La temporada 2002

Presentado su diseño en la inauguración de la nueva sede del club en Cuarte de Huerva, durante el mes de Mayo de esta temporada montamos y acondicionamos el nuevo circuito de velocidad en plástico de cuatro carriles, organizando un calendario de campeonatos sobre esta superficie que quisimos nos diesen la oportunidad de probar multiples categorías y configuraciones. Teníamos muchísimas ganas de jugar y la velocidad en plástico no era una excepción y aunque el protagonismo del nuevo Club de Slot Almodeli-Aragón lo tenía su flamante pista de madera nueva, no pocos nos acercamos con interés a nuestro segundo y coqueto circuito de velocidad en plástico, con unas reconocidas ganas de aprender y disfrutar de los coches a escala 1/32.

Además de los propios socios fundadores y miembros compromisarios que nos ayudaron a montar las nuevas instalaciones, muchos de los nuevos socios que se incorporaban al club pasaban a disfrutar con notable dedicación de su participación en las carreras que se organizaban en este nuevo circuito. Y así, nombres como Nacho Espino, César Labarga o Marco Ara comenzaron a sonar con fuerza dentro de las carreras en el plástico a escala 1/32, pues a tenor de los resultados que consiguieron estaba garantizado su más que alto interés por disfrutar competiciones en esta superficie.

Igualmente, también agradecimos la visita de varios de nuestros colegas del decano CSZ (Club Slot Zaragoza), los cuáles y ante la inminente reapertura de su nuevo local se quitaban el mono disputando alguna carrera con nosotros.

Dos fueron los campeonatos que compaginaron carreras en el plástico con carreras en la madera. El primero, la tan recordada copa con los Ferrari F40 de Scalextric de la que se disputaron tres pruebas en plástico y que ganó con autoridad Marco Ara, teniendo a Nacho Espino y Fernando Brosed en el resto de cajones del podio final. Y el segundo, el organizado a cuatro carreras (dos en plástico) durante los meses de verano y que se disputaba con los preciosos Formula 1 y en el cuál repitió victoria Marco Ara, en esta ocasión secundado en el podio final por Josema García (2º) y César Labarga (3º). Sin duda, la combinación de las dos superficies para realizar un campeonato resultaba atractiva para el aprovechamiento de las instalaciones del club pero también exigía de cierta comprensión de cómo se comportaban los coches en cada superficie, siendo más radical la preparación para el circuito de madera en donde pronto entendimos que para un buen disfrute y pilotaje controlado de los ligeros coches a escala 1/32, estos debían estar bien plomeados.

En esta temporada, el campeonato de velocidad exclusivamente en circuito de plástico que más participación tuvo fue el organizado entorno a los coches de tipo GT 1/32, probablemente porqué era la categoría donde más posibilidades de elegir un coche había y porqué además se disputaba a seis pruebas puntuables. Aúnque la escudería Ferrari intentó adjudicarse el campeonato con los F40 y F355 de Oscar Lahuerta y un servidor respectivamente, la regularidad y eficacia demostrada por el Mercedes CLK-GTR de Marco Ara fue la que al final se llevo el gato al agua. Con que tan sólo hubiese existido la posibilidad de descontar una prueba hubiese obtenido el campeonato por delante de Marco pero bien es verdad que en aquella época todas las pruebas eran puntuables, lo cuál significaba que la regularidad en la participación en las carreras era una de las claves para conseguir acceder a algún podio. Y prueba de ello fue el campeonato de verano (cuatro carreras) entorno a la categoría de Turismos 1/32, donde las dos victorias obtenidas por Iker Santos en la 1ª y 2ª carreras y las dos obtenidas tambíen por Marco Ara en la 3ª y 4ª no les sirvieron para ganarlo, ya que su ausencia en las restantes pruebas mas la regularidad de participación de César Labarga y un servidor fueron suficientes para que accedieramos a los dos primeros cajones del podio final.

Cerramos la temporada con el campeonato de Otoño para vehículos Clásicos 1/32, otro campeonato corto a cuatro pruebas puntuables y que basándose en el reglamento técnico de la A.C.S. (Asociación Catalana de Slot) presenció vistosas parrillas con magníficas réplicas de vehiculos a escala. En esta categoría los reyes fueron las réplicas del fabricante Fly Car Model, preciosos y fieles vehículos a escala que montaban una configuración mecánica de motor en sidewinder (transversal) y que los hacía, con un mínimo de preparación, realmente divertidos y eficaces de pilotar. Y así el Ferrari 512 Cola-Larga de Marco Ara o el Lola T70 de Nacho Espino, primer y segundo pilotos clasificados, fueron imbatibles ante los demás vehiculos que, con más intención visual que eficacia, el resto de participantes pusimos sobre aquél circuito de velocidad en plástico.

Finalizaré este resumen realizando un guiño a las sesiones infantiles de los Domingos por la tarde en el club Almodeli-Aragón, sesiones que permitían a los más pequeños conocer el slot en su tiempo libre y a partir de las cuales organizamos un par de carreras con coches magnéticos. Realmente, creo que la batalla de dar a conocer los beneficios del slot como juego social a unas generaciones que muchos no dudan en llamar de nativos digitales es una tarea que se me antoja muy complicada y aunque afortunadamente hay excepciones que confirman la regla, basarla en la competición puede ser que no sea la forma más adecuada de hacerles ver los beneficios de divertirse con el Slot. Pero a ver quién se inventa otra forma.smiley


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